¿Qué aconteció durante la primera semana de negociaciones?

Por Elisa Calliari. Traducción: Jhoanna Cifuentes.

La segunda semana de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP23) en Bonn ya ha iniciado. El miércoles en la tarde, los ministros y jefes de Estado de las 196 Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) están llamados a certificar el progreso realizado por sus negociadores en la primera semana de trabajo técnico. Pero, ¿qué pasó en los últimos 7 días de agitadas negociaciones? Aquí, un breve resumen para aquellos que pudieron habérselo perdido.

Se espera que la COP23 logre avances sustanciales en el llamado “Libro de reglas” del Acuerdo de París, es decir, el conjunto de directrices de implementación que harán que el acuerdo entre en funcionamiento. Se espera que estas pautas especifiquen la manera en que los esfuerzos nacionales en términos de mitigación, adaptación y apoyo financiero, serán informados y revisados. Esto es particularmente importante para rastrear el progreso de los Estados de una manera transparente e identificar las áreas donde se requiere mayor ambición. En el lenguaje de la CMNUCC, los planes climáticos de los Estados se denominan Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) y definen los objetivos que los países pretenden alcanzar para lograr las metas del Acuerdo de París.

El trabajo técnico realizado la semana pasada se centró principalmente en cuáles serán las características de los NDC, qué información incluirán y cómo se contabilizarán. Las discusiones, sin embargo, demostraron ser espinosas y muchos aspectos aún necesitan ser aclarados. El principal punto de controversia, se refiere a la forma en que los esfuerzos de mitigación se diferenciarán, teniendo en cuenta las capacidades de cada país y las circunstancias nacionales.

Los países desarrollados temen volver a una “bifurcación” en los compromisos de reducción de emisiones que el Acuerdo de París ya había dejado obsoleto. De hecho, en el Acuerdo de París a diferencia del Protocolo de Kyoto, las reducciones de emisiones no son sólo un deber de los países desarrollados, sino que cada Estado está llamado a hacer una contribución. Sin embargo, el cómo se debe hacer esto, todavía se encuentra en discusión. Los diversos puntos de vista han sido “resumidos” en un documento de 45 páginas en el que los negociadores están trabajando actualmente. Ahora, el desafío es sintetizarlo.

El trabajo ha avanzado más rápidamente en torno a los lineamientos para las Comunicaciones de Adaptación, es decir, los documentos donde los Estados compartirán sus esfuerzos, logros y buenas prácticas, así como los desafíos y las brechas frente a la adaptación. En cuanto al Fondo de Adaptación, las Partes no acordaron sí se adoptará una decisión aquí en Bonn o en la próxima COP sobre el cómo éste impulsará el Acuerdo de París.

Otro punto importante de discusión se relaciona con el “Diálogo de facilitación”, que se convocará en 2018 y que se refiere al proceso que permitirá comprender cómo hacer frente a la ambición de las promesas nacionales reflejadas por los NDC, en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París. Se espera que la COP23 ponga en marcha este proceso, recién bautizado como “Diálogo de Talanoa”. Talanoa es un concepto de Fiji que enfatiza la importancia de compartir historias, construir énfasis y tomar decisiones acertadas para el bien común. El presidente de la COP Frank Bainimarama (Fiji) informó a las partes que propondrá un enfoque del “Diálogo de Talanoa” en los próximos días.

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