Disonancia comunicativa y ecologismo hobbit

El discurso de Giorgia Meloni, ayer lunes 7 de noviembre en la cumbre del clima en Egipto, presenta disonancias muy problemáticas entre las palabras y los hechos. 

Por: Federica Dossi

Un discurso tranquilizador para muchos, el de la primera ministra italiana Giorgia Meloni en la COP27. Un discurso en concordancia con las políticas llevadas a cabo por el gobierno italiano de Mario Draghi y que mantiene a Italia en línea con los compromisos de la Unión Europea. Meloni destaca el reciente refuerzo de la capacidad instalada de energías renovables y la triplicación del compromiso financiero del país, que a través del Fondo Italiano para el Clima invierte en tecnologías verdes y medidas de adaptación en los países más vulnerables ante la crisis climática. 

Sin embargo, Meloni se olvida de mencionar que cuando estas medidas se propusieron durante el gobierno anterior su partido votó en contra, así como que mientras de palabra muestra su compromiso con la mitigación, los hechos la ven dando el visto bueno de nuevo a las perforaciones de gas en el mar Adriático. Una disonancia que se amplifica aún más cuando el presidente italiano subraya lo injusto que es que los países que menos han emitido sean los más afectados por la crisis climática. Es una pena que esta atención a los más débiles no se refleje en las políticas italianas de inmigración, que desde hace días juega al tira y afloja con Europa, poniendo en riesgo cientos de vidas en el Mediterráneo.

Ciertamente, Meloni desempeñó ayer su papel de representante de manera impecable, con un discurso bien estructurado y reuniones diplomáticas satisfactorias con varios representantes estatales. Sin embargo, el compromiso con la mitigación, la adaptación y la justicia climática con el que la presidenta del Consejo de Ministros se presenta ante el mundo choca fuertemente no sólo con las acciones reales de su gobierno citadas anteriormente, sino también con las posiciones ecologistas conservadoras que Meloni mantiene en sus discursos propagandísticos. 

La oímos anunciar hace unos meses en el foro español de Vox en tono conspiranoico un distanciamiento del “ecologismo ideológico” que quiere perjudicar a la economía y a las personas. En cambio, nuestro ministro propugna un ecologismo bucólico que parece sacado directamente de la comarca del Hobbit de El Señor de los Anillos, afirmando que “la derecha ama el medio ambiente porque ama la tierra, la identidad y la patria”. Meloni subraya que el ecologismo no es una prerrogativa de la izquierda. 

Aunque es bueno constatar que incluso la derecha más conservadora ya no puede negar la gravedad de la crisis climática, el valor de las palabras del presidente sólo podrá medirse cuando se transformen en acción. En ese momento podemos comprender realmente los verdaderos rasgos de este enfoque supuestamente conservador del ecologismo.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *