China se vuelve verde

Por Rizzoli Elisa y Schirru Tommaso. Traducción: Santiago Aldana

El Dragón Rojo quema aproximadamente el 45% del carbón utilizado en todo el mundo, y desde 1990 sus emisiones de dióxido de carbono han aumentado de 2 a 9 mil millones anuales. Hay más de 2.300 plantas de carbón en la República Popular de China y representan la primera causa de muertes tempranas y problemas de salud. Además, la producción de energía y los medios de transporte son las principales fuentes de contribución de material particulado.

Gracias al progreso tecnológico e industrial, China apunta a reducir su impacto ambiental utilizando métodos innovadores y alternativos. Los pagos digitales han reemplazado casi por completo los recibos en papel: solo se necesita escanear un código QR con su teléfono inteligente, leer la información almacenada en el código con una aplicación específica y, luego comprar el artículo deseado. “El pago es completamente digital. Esto hace que las compras sean más rápidas y las transacciones respetuosas con el medio ambiente ya que no requieren el uso de papel”. Esto es lo que se nos dijo durante la Conferencia Internacional de Jóvenes sobre el Cambio Climático (COY13), que se desarrolla en Bonn del 2-4 de noviembre, por algunos jóvenes activistas de China Youth Climate Action Networking.

En agosto de 2016, una empresa de servicios financieros de Internet móvil, Ant Financial Services Group, con sede en Hangzhou, lanzó un esquema llamado “Ant Forest” en Alipay. En el esquema “Ant Forest”, cuando se realiza cualquier actividad en la plataforma, los usuarios son considerados “bajos en carbono” y su actividad es convertida en “energía verde” virtual. Cuando la energía verde virtual alcanza la cantidad de 17,9 Kg los activistas responsables del proyecto plantan un árbol real.

El uso compartido de bicicletas es otra forma de reducir la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el uso de automóviles. A la comunidad china se les han proporcionado 16 millones de bicicletas para desalentarlos del uso del automóvil. Gracias a un estilo de vida saludable y virtuoso, también es posible mejorar la calidad del aire. Más de mil millones de ciudadanos chinos se han suscrito al programa de bicicletas compartidas. Cada bicicleta está protegida por un maglock que, una vez más, solo se puede desactivar con un escáner de código QR.

China está tratando de reducir el daño ambiental y mantener un medio ambiente seguro y limpio. Todos pueden contribuir y marcar la diferencia. ¿Y usted? ¿Qué puede hacer?

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