Ciencia y (con)ciencia: actuar a través de una divulgación científica eficaz, conferencia COP26

Por Simone Predelli

Traducción: Mariano Figuera

¿Hasta qué punto entendemos los hechos y los datos concretos que hay detrás del cambio climático? ¿Cuánta confusión y posiblemente miedo surge de la dificultad de comunicar y entender la ciencia? Sin embargo, sólo a través de la acción colectiva e informándonos tendremos la oportunidad de cambiar las cosas. El público en general, es decir, todos nosotros, tenemos derecho a estar informados de forma adecuada y actualizada sobre el cambio climático para poder implicarnos en un proceso de toma de decisiones participativo y voluntario. Pero, ¿cuáles son los costos y las dificultades? ¿Cómo podemos actuar para mejorar la comunicación y la participación de las personas en la ciencia?

Para entender y hablar de ello, un grupo de delegados del Pabellón de la Unión Europea propuso ayer (01/11/2021), una conferencia que abordó el tema desde varias perspectivas diferentes y estudió las formas en que se puede abordar la cuestión.

En primer lugar, se abordó el papel de las universidades. Estos, al ser un organismo de formación más cercano al ámbito laboral y tener una fuerte representación de jóvenes, son el instrumento perfecto para alcanzar los objetivos del Green Deal, es decir, el conjunto de iniciativas europeas que persiguen la neutralidad climática para 2050.

La universidad puede intervenir a nivel de la educación y, a través de variaciones en el método educativo, crear soluciones que partan de los jóvenes y que sean más adecuadas para resolver los problemas relacionados con la aplicación del Green Deal. ¿Cómo se puede hacer esto? Las sugerencias que Douglas Halliday en nombre de la Asociación Europea de Universidades- aportó a la conferencia consisten en aprovechar las cualidades inherentes a la universidad, como su ubicuidad en toda Europa y su representación de jóvenes que viven activamente su tiempo, para abordar las cuestiones de la comunicación transparente, la respuesta adecuada a la gran diversidad de Europa y la adaptación continua de las cuestiones que puedan surgir.  

Y ya hay personas que, a través de sus proyectos, intentan abordar este cambio. De hecho, hay proyectos de investigación científica que privilegian la participación de la sociedad, ofreciendo espacios dentro de sus propias plataformas para el intercambio de información con el público y posibilidades de codiseño y diálogo bidireccional que hacen de la investigación un proceso mucho más participativo. Uno de ellos es Soclimpact, un proyecto para crear una vía de “descarbonización” en los sistemas insulares, que ofrece un sistema de apoyo a la decisión para la adaptación y una plataforma abierta al público.

Pero hay un obstáculo, incluso un poco inesperado: nuestra psique. Tal y como recoge nuestro artículo “Generación Z” (ero): el impacto del cambio climático en la percepción del futuro”, publicado el 12/10/2021 en la web de la Agencia de la Juventud en italiano, los sentimientos negativos sobre el cambio climático están muy extendidos, especialmente entre los jóvenes. Por lo tanto, la ciencia psicológica es fundamental para hacer frente al cambio climático. La psicología debe estar, y está, integrada en la estrategia para hacer frente a la emergencia climática.

En efecto, las emociones (a menudo negativas, como la ansiedad y el estrés) provocan reacciones en todas las personas, incluso en aquellas que las niegan, y éstas, si se gestionan mal, pueden influir en los procesos de toma de decisiones. Parte de esta ansiedad se debe a los métodos de divulgación relacionados con el cambio climático. Precisamente por eso, dicen, la psicología es una maestra a la hora de proporcionar la visión necesaria para revelar la ciencia adecuadamente. Pero nuestra participación es crucial: cuantos más comentarios recibamos, mayor será la capacidad de asesoramiento de la psicología.

La importancia de la participación de la universidad fue un tema central en el evento y esto ciertamente da confianza en cuanto a la participación de los jóvenes en el futuro. En cualquier caso, del diálogo entre las partes surgió la voluntad y la necesidad de concretar la comunicación, para que en las directivas que se tomen a nivel de políticas europeas la gente se sienta más representada. Por lo tanto, es fundamental que la participación universitaria y juvenil sea considerada como parte del cambio, sólo así podremos construir acciones efectivas y ser protagonistas en el mundo que vivimos y viviremos, posiblemente, sin mucha ansiedad.

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