The glaciers near the lake in the Patagonia Region in Chile

China consolida su posición de superpotencia ártica a través de Rusia

Por Faustine Ngila

Traducido por Carlos Sequeira

China corteja a Rusia para consolidar su poder en el Ártico, mientras construye una quinta estación de investigación en la Antártida.

China avanza hacia su estatus de superpotencia en las regiones más frías del mundo. Y para conseguirlo más rápidamente, el país ha estrechado lazos con Rusia para suministrar equipos en el Ártico, según revela un nuevo informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).

Moscú se opuso inicialmente a los planes de Pekín de explorar su región ártica a través de la ruta marítima septentrional, que discurre a lo largo de la costa ártica de Rusia. Esto se debe a que Rusia opera allí su aparato de seguridad más sensible, dice el informe del CSIS, “incluyendo submarinos de misiles balísticos, sitios de pruebas estratégicas, sistemas de defensa antimisiles y matrices de radar avanzadas”.

Pero la guerra de Ucrania ha cambiado aparentemente la visión que Rusia tiene de China. Aislada del resto del mundo, el único amigo de Rusia es ahora China, que no sólo ofrece dinero por el petróleo ruso, sino también inversiones en tecnología e infraestructuras rusas.

China es ahora un defensor clave de Rusia, y ha dicho que no reconocerá al Consejo Ártico si sigue rechazando a Rusia por su invasión de Ucrania. 

¿Por qué China está tan interesada en la región ártica?

Como segunda economía mundial, China busca puntos de apoyo en la región polar para poder acceder a los ricos yacimientos minerales, rutas marítimas y reservas energéticas del Ártico. Todos estos recursos están cada vez más disponibles a medida que se derrite el hielo ártico. “China tiene una clara intención de no quedar excluida de la evolución del Ártico a medida que la región se hace más accesible”, escribió el pasado diciembre Stephanie Pezard, politóloga del think tank estadounidense RAND.

En las últimas cuatro décadas, la región ártica se ha calentado cuatro veces más rápido que cualquier otra parte del planeta. China está aprovechando el comercio marítimo y las rutas pesqueras que se han abierto por el cambio climático. 

En su documento de política ártica de 2018, China se declaró un “Estado cercano al Ártico”, reclamando protección en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el Tratado de Spitsbergen. Al igual que los miembros de la OTAN, China afirma que goza de derechos de libertad de navegación y sobrevuelo, investigación científica, pesca, tendido de cables y desarrollo de recursos en alta mar en el Ártico.

Ahora los estudiosos chinos han identificado 13 puertos rusos que pueden utilizarse para acceder al Ártico, basándose en sus condiciones naturales, infraestructuras, operaciones, entorno interior y situación geográfica. Las empresas chinas tienen presencia en la mayoría de los puertos identificados. Un ejemplo es China Poly Group, que ha inyectado unos 300 millones de dólares en una terminal de carbón en Murmansk y ahora planea desarrollar un puerto de aguas profundas en Arkhangelsk, según el informe del CSIS.

China describe el Ártico como una de las “nuevas fronteras estratégicas” del mundo, con el objetivo de convertirse en una “gran potencia polar” en 2030. Ha enviado funcionarios de alto nivel a la región 33 veces en las últimas dos décadas, y ha ido ampliando su flota de rompehielos y buques de guerra en la región.

China amplía su presencia en la Antártida

Tras cinco años de relativa inercia, China también está acelerando la construcción de su quinta estación de investigación en la región antártica.

Los datos de imágenes muestran que se están haciendo progresos significativos por primera vez desde 2018. El informe del CSIS describe la base como una “estación de 5.000 metros cuadrados” con un plan de construcción que incluye “un área de investigación científica y observación, una instalación de energía, un edificio principal, una instalación logística y un muelle construido para los rompehielos Xuelong de China.”

El informe califica la estación, situada en la isla Inexpressible, cerca del mar de Ross, como la “expansión más significativa de la huella China allí en una década”. Aunque el Departamento de Estado de EE.UU. no encontró ningún trabajo militar en curso allí en 2020, la nueva estación tendrá un satélite terrestre de doble propósito, dijo CSIS.

El satélite dará a la estación la capacidad de vigilar y recoger señales de inteligencia de Australia y Nueva Zelanda, ambos aliados de Estados Unidos. También permitirá a China recoger datos telemétricos y espaciales de los cohetes que se lancen desde las instalaciones espaciales recién creadas en ambas naciones.

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