Ambición y cooperación: conclusiones del Debate General de ONU 2019
Florencia Linarez, Fundación Tierra Vida
Cada año, durante el mes de septiembre, la comunidad internacional se reúne en un espacio que muchos denominan sagrado: la Asamblea General. En esta especial ocasión, se celebró el debate general en la Sede de la Organización en Nueva York, donde participaron mandatarios provenientes de todo el mundo. Este acto dio inicio al nuevo período de sesiones de la Asamblea General.
Este año, el foco del debate se basaba en: “Promover los esfuerzos multilaterales para la erradicación de la pobreza, la educación de calidad, la acción climática y la inclusión.” Esto nos demuestra la importancia de la lucha contra el cambio climático en la agenda internacional, sumado al hecho de que el mismo Secretario General – Antonio Guterres – habla de una crisis climática y organizó la Climate Action Summit, para instar a los países a actuar. Guterres también hizo mención de la Alianza, liderada por Chile y Francia, para alcanzar la descarbonización total para 2050. A esta iniciativa se han sumado más de 70 países. Los países que la lideran, han sido optimistas en sus discursos, agradeciendo a los que se sumaron y alentando a que más países lo hagan. A su vez, el Secretario General afirmó que hay infinitas posibilidades en marco de la economía verde, por lo cual no hay más excusas: los países deben comprometerse y actuar, ser cada vez más ambiciosos.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, comenzó su discurso: “Todo lo que nos rodea nos incita al pesimismo, no estamos a la altura”. A partir de allí el mandatario instó e inspiró a los oyentes a ser ambiciosos, actuar y a “tener el coraje para hacerlo”. También dio especial atención a la cuestión del consumo sostenible, diciendo que su país no comerciará con países que no estén comprometidos con la agenda climática y que se revisarán los acuerdos existentes. Habló de saber de dónde vienen los productos y cómo se producen para ser responsables, haciendo clara referencia a la economía circular. Macron insiste, en que los Estados desarrollados deben dejar de financiar empresas y proyectos contaminantes en los países en desarrollo para, en cambio, invertir en energías verdes y producciones locales sostenibles. Por último, acompaña al Secretario General afirmando que la ONU y el multilateralismo son la clave para luchar contra la crisis climática.
Sebastián Piñera, presidente de Chile, dedicó el 95% de su discurso a la temática ambiental y climática. Con un tono similar al del Jefe de Estado francés, alentó a la acción y ambición de los demás países. Sus primeras palabras fueron: “Cada generación enfrenta su propio desafío, pero ninguna generación ha debido enfrentar un desafío tan urgente y tan formidable, como el que esta generación está enfrentando: el cambio climático y el calentamiento global, que es la madre de todas las batallas.” Como es el país que alojará en diciembre la COP25 (Conferencia de las Partes), hizo mención de los temas que deberán tratarse en esa cumbre: ambición de los países frente a la renovación de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas, incorporar el cuidado de océanos y bosques lluviosos y, por último, incorporar a los demás actores y sectores de la sociedad. Finalizó haciendo alusión, al igual que Macron, a la importancia de la economía circular y la descarbonización total antes de 2050.
Lamentablemente tanto optimismo fue temporalmente opacado por los mandatarios de Estados Unidos y Brasil. En realidad, el primero no hizo alusión al tema. Mientras que, Jair Bolsonaro, argumentó que los incendios del Amazonas fueron una farsa de los medios de comunicación extranjeros. Afirma que el tiempo seco y los vientos promueven los incendios forestales, además que muchos son provocados por los pueblos originarios ya que son prácticas de sus culturas y tradiciones. Agregó también que es una falacia mencionar que el Amazonas es patrimonio de la humanidad o el pulmón del mundo. Minute Taupo, Primer Ministro de Tuvalu, dio un discurso simple, sobre la dura realidad de la isla. Tuvalu es una de las islas que, probablemente, desaparecerá primero con el aumento del nivel del mar. En los primeros minutos de su intervención agradeció a Antonio Guterres por haber visitado la isla y ver “de primera mano, cuán vulnerables son al Cambio Climático”. Agradece los esfuerzos de los países en materia de acción climática, pero insiste en que no es suficiente. En las islas del Pacífico viven con miedo, sin saber si los niños y niñas tendrán un futuro. El aumento del nivel del mar está afectando los escasos recursos productivos de Tuvalu, provocando salinización de suelos, inundaciones y vulnerabilidad. Esta isla, al igual que otras de la región, se han comprometido a alcanzar un 100% de energías verdes, siendo éste un gran esfuerzo. El premier también pide ayuda financiera, para poder aplicar mayores medidas de adaptación a la crisis climática. Por último, mencionó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debería tener, de forma permanente, la temática en su agenda. Boris Johnson, Primer Ministro de Reino Unido, dedicó su discurso al futuro de las nuevas tecnologías, incluso a su importancia en materia de mitigación y adaptación climática. Siendo que este país era el principal candidato para realizar la COP26 el año próximo, extraña lo poco que mencionó sobre la temática. Habrá que esperar para ver si sigue en pie esa propuesta, teniendo en cuenta la situación política y económica inglesa en marco del Brexit.
Es claro que la crisis climática se instaló con más fuerza que nunca en la agenda internacional, este es un año crucial, gracias a todas las reuniones que hay sobre el tema y los movimientos sociales. La ciencia, la realidad y las personas hablan, y no pretenden ser silenciadas nuevamente, algunos líderes escucharon y actúan, otros siguen negando o haciendo oídos sordos. Las condiciones iniciales de la COP de este año parecen ser: pesimismo y esperanza, miedo y coraje, negación y aceptación. Contradicciones que deberán ser superadas porque es tiempo de actuar.