EL MARAVILLOSO MUNDO DE VENUS
Por: Laura Valentina Almanza Alfonso
Este libro está dedicado al motor de mi vida, mis hermanas Dana y Daniela.
Salome y Celeste se encuentran bajo una noche que invade todo lo que ellas alcanzan a ver, pero existen diminutas linternas, a las que su madre llama estrellas y que de un momento a otro se apoderan del cielo y ambas pequeñas se asombran de la inmensidad de la gran pintura que están viendo, sin embargo, este momento es interrumpido por el llamado de la señora Piedad, su madre, diciéndoles que ya basta de juegos que es momento de entrar a la casa a dormir. Se entran mientras refunfuñan entren los dientes, pero cuando tocan su cama caen en un sueño profundo.
Al otro día, se levantan como un remolino con una energía desbordante. Cuando su madre Piedad les da una noticia increíble. Les comenta que se irán a conocer por primera vez el mar y, además, les informa que harán una actividad llamada avistamiento de ballenas. Las niñas saltan de alegría, su emoción no cabe en su cuerpecito y se dirigen con su madre al terminal de transporte de Cali, en donde van hasta Buenaventura. Cuando llegan a Buenaventura se dirigen al muelle turístico del puerto y toman una lancha con dirección a Bahía Málaga.
Cuando llegan, se encuentran con una Bahía rodeada de una selva abundante y húmeda, llena de diversas especies de corales y muchos animales. Las niñas quedan asombradas y empiezan a correr hasta que Pablo, anfitrión del lugar, llama a las niñas y les explica que esta época es la más importante y alegre para su comunidad, ya que, los visitan unos amigos muy especiales, con los que sé que se reúnen cada año.
Salome lo interrumpe y pregunta: ¿quiénes los visitan?; Pablo le responde, los clanes de las familias de las ballenas jorobadas llegan desde la Antártida danzando y expectantes por una nueva aventura. Las niñas quedan atónitas y le preguntan a la mamá si pueden ir a jugar un rato a la orilla del mar. La señora Piedad les dice que sí.
Celeste sale corriendo, debido a que a los lejos alcanza a ver una pequeña ballena, inmediatamente le avisa a Salome y le señala en donde se encuentra, Salome queda atónita. Celeste emocionada le propone que cierren los ojos y que ambas imploren con mucha fuerza la capacidad de respirar debajo del agua para poder hablar con el ballenato que acaban de ver. De un momento a otro, su deseo se les vuelve realidad, una neblina azul de color verde y morado las envuelve y las lleva al fondo del mar.
En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban al frente del ballenato y lo más sorpréndete es que entendían lo que él les decía; el ballenato quedo atónito, pues este acaba de nacer y su madre no le había explicado que eran esas extrañas criaturas. Sin embargo, como este hermoso ballenato era un bebé demasiado curioso se empezó a acerca poco a poco a las hermanas, pues él era un ballenato demasiado curioso. Notó que las niñas se asustaron un poco, pero el ballenato les dijo que no tuvieran miedo y se presentó. Dijo que su nombre era Venus.
Venus, les preguntó, ¿cómo se llaman ustedes?; las niñas no podían entender que estuvieran comprendiendo a Venus, pero no querían parecer groseras con su nuevo amigo. Celeste se adelantó y presentó a su hermana y a ella; entre sonrisas le dijo a Venus sus nombres y que era un gusto conocerle.
Venus las rodeo con su gran cuerpo, pues a pesar de ser pequeño en edad era mucho más grandes que el de las dos hermanas. Salome le pidió que le contara un poco sobre su especie, atendiendo a la solicitud; Venus empezó su historia
Mi mamá llegó desde la Antártica, vino para darme a luz en un clima óptimo. Nos comunicamos a través de canciones y esta es relevante para nosotros, de esta manera transferimos nuestras tradiciones, pasamos nuestra cultura a través de sonidos de manera horizontal, aunque, no es la única forma que tenemos para lograr entendernos, pues durante generaciones hemos desarrollado la capacidad de poder comprender las señales del lenguaje corporal.
Las ballenas, algunas veces, se reagrupan como viejas amigas, no solo por clanes familiares. A pesar de que somos sumamente sociables, nuestros lazos emocionales más fuertes son con nuestra mamá, ella tiene la labor de enseñarnos todo lo que necesitamos para poder vivir.
Las niñas lo miran como si les estuviera mostrando el tesoro más grande de todo el mundo, que, aunque no se tratara de dinero u oro; se trata de un regalo más grande. Venus le cambio la vida a las hermanas poco a poco, su relato se convirtió en parte de su identidad y por eso ellas generaran un impacto en su comunidad. Las pequeñas ahora entenderán que los seres humanos, no son superiores a los animales, si no que pertenecen a un mismo ecosistema.
Venus sigue hablando y les cuenta que sus desechos son fertilizantes para el océano, debido a que estos aumentan la productividad de fitoplancton, el cual es rico en hierro y nitrógeno. Les cuentan que cuando mueren sus cuerpos se van al fondo del océano y ahí nutren a su hábitat y le devuelven
al océano todo lo que les dio. Además, les dice algo impactante para las niñas. Ellos son los mayores sumidores de los gases de efecto invernadero en el mar, lo que ayuda frente al cambio climático, sin embargo, los humanos no respetan sus labores y afectan su hábitat.
Salome con una pequeña lágrima en su mejilla, le pide perdón y le promete que contará esta historia, que promoverá la protección de su especie, además le agradece por abrirse y contarle cómo se ve el mundo a través de sus ojos. Celeste, por su parte, se acerca a Venus y lo abraza, le promete que cada año hará hasta lo imposible por ir a visitarlo y que mantendrán la tradición, como ellos lo hacen con otras ballenas jorobadas, de unirse cada cierto tiempo.
Las niñas al darse cuenta de que ha pasado mucho tiempo y que su madre Piedad las debe estar buscando, se despiden de esta mágica aventura y de su amigo Venus con el que hicieron una de las conexiones más inexplicables del planeta y como por obra de magia, están de nuevo en la orilla de la playa, como si no hubiera pasado. Entonces, se encuentran con su madre.
Desde ese momento Salome y Celeste han aprovechado cada oportunidad para mostrarle a cada ser humano el maravilloso mundo de las ballenas.