Equidad Intergeneracional en Cambio Climático: Latinoamérica

Por: Danaé Espinoza (México)

“Las partes deberían proteger el sistema climático en beneficio de las generaciones presentes y futuras, sobre la base de la equidad y de conformidad con sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades.” Artículo 3 de la Convención Marco de las Naciones unidas sobre el Cambio Climático (1992).

En el año 1992 se celebró la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, espacio en el cual nació la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio de Diversidad Biológica. En ese año la palabra equidad ya formaba parte del lenguaje de las negociaciones y de todos los actores implicados en el proceso. En el año 2015 se logra el Acuerdo de París, el cual es su preámbulo contiene el principio se hace un llamado a las Partes de respetar, promover y cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos, de pueblos indígenas, de igualdad de género, por mencionar algunos, y también en equidad intergeneracional.

La equidad intergeneracional es un principio que está reconocido por el Derecho Ambiental Internacional y que implica la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente entre generaciones. Sin embargo, este principio no es muy mencionado ni utilizado en decisiones judiciales, así como no forma parte del marco jurídico de la mayoría de los Estados. Asimismo, la equidad intergeneracional se relaciona con el principio de la justicia climática, el cual considera la parte ética y política del cambio climático.

Es importante mencionar que existe una ambigüedad en su definición y aplicación en materia de responsabilidades. En lo que respecta a la parte política, mucho se habla sobre el respeto al derecho a un ambiente sano, a una transición energética a renovables y que ésta sea justa. Se dice mucho de la importancia de los pueblos indígenas para la conservación de los ecosistemas, se menciona y se reconoce el papel de las mujeres en asuntos ambientales y que las juventudes son el futuro ante los retos que depara el clima. Suena muy bien, pero en la implementación de políticas públicas aún existen huecos en materia ambiental y climática. Todo lo que respecta al medio ambiente y al clima suele estar al final de la lista de prioridades en los planes de desarrollo de los países y, por ende, no se fortalecen sus marcos legislativos en estos temas y no cuentan con mecanismos de financiamiento fuertes para el clima.

Se dice mucho de la importancia de los pueblos indígenas para la conservación de los ecosistemas, se menciona y se reconoce el papel de las mujeres en asuntos ambientales y que las juventudes son el futuro ante los retos que depara el clima. Suena muy bien, pero en la implementación de políticas públicas aún existen huecos en materia ambiental y climática.

Por otro lado, existe una baja participación pública y acceso a la información en temas ambientales, principalmente en países del globo sur. En lo que respecta a la educación, la currícula educativa no ha tenido reformas profundas en materia de conocimiento del clima, así como del funcionamiento de la Naturaleza y de la interconexión que tenemos los seres humanos con otras especies y con los ecosistemas. El enfoque de bioculturalidad sigue fuera de la ecuación, siendo este un eje importante para la adaptación al clima. En cuanto a la mitigación, las energías fósiles siguen siendo preponderantes y la transición energética a renovables aún se ve lejana ya que en la toma de decisiones en materia energética prevalece la tendencia hacia los hidrocarburos. Las emisiones, los daños a los ecosistemas y la baja asistencia para la adaptación serán experimentados por las generaciones futuras, aunque las presentes ya lo están viviendo.

Latinoamérica

De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la pobreza afecta a casi un tercio de la población joven de la región. Un 39% de las juventudes de 15 a 29 años se encuentran en pobreza y casi un 10% en la indigencia. Esta situación se incrementa en lo rural ya que es de más del 46% duplicando la se la zona urbana que es del 25%. Los efectos ocasionados por el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad en la región suman a esta situación de inequidad para las juventudes, pero también a toda la sociedad actual. Entonces ¿la región está cumpliendo con el principio de equidad intergeneracional en cambio climático? La respuesta es no. ¿Por qué?

La toma de decisiones ante la emergencia climática en la región no ha sido estratégica y los mecanismos de participación pública y acceso a la información en lo doméstico han sido deficientes. Asimismo, los compromisos internacionales como el Acuerdo de París y el Convenio sobre la Biodiversidad se trabajan arduamente en lo global mediante la cooperación internacional, pero en territorio las cosas suelen ser distintas.

En Brasil, por ejemplo, ante los 74,000 incendios en la Amazonia durante el 2019, la administración pública brasileña tomo decisiones muy lentas y en donde la sociedad civil fue vista como el enemigo y no como un aliado para hacerle frente a la destrucción. Los pueblos amazónicos levantaron la voz y propusieron soluciones para el problema; sus comunidades y sus territorios estaban vulnerables, pero dada la deficiencia en materia participativa y de diálogo estos no fueron escuchados.

Incendios en el Amazonas: los mapas que muestran la dimensión de los fuegos  - BBC News Mundo
Foto de de BBC, 2019.

En Argentina actualmente se ha debatido mucho sobre el desarrollo de una mega granja porcina que surtiría gran parte de la demanda de esta carne de China. Ambos Estados, el argentino y el chino, han estado negociando su construcción y esto ha desatado protestas nacionales en materia de salud, de agricultura, de uso de suelo, de derechos de los animales, así como de índole climática y ambiental. De acuerdo con la publicación “Ganadería y Compromiso” del Instituto de Promoción de Carne Vacuna (IPCVA) del mes de octubre, la República Popular China resultó el principal destino, en volumen, para la carne vacuna argentina durante los primeros ocho meses del año 2020 con aproximadamente 278 mil toneladas. En caso de que la mega granja porcina sea una realidad, Argentina estaría incrementando sus emisiones de efecto invernadero, tanto en lo nacional con la producción de ambas carnes y en lo internacional con la exportación. Por ende, no estaría cumpliendo con los compromisos en mitigación de su primer Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) de no exceder su emisión neta de 483 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2eq) para el año 2030. Por otro lado, recordemos que Argentina también ha sido un laboratorio para la plantación de soya, la cual en su mayoría es transgénica y que ha ocasionado la pérdida de biodiversidad del territorio, pobreza de suelo y enfermedades crónico-degenerativas y mortales en los agricultores por el uso constante de agroquímicos.

México ha sido uno de los países que se ha caracterizado por su labor internacional en cambio climático. Desde la COP 16 en Cancún ha marcado un hito en la diplomacia climática, así como en la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones internacionales y nacionales sobre el clima. Sin embargo, no ha sido la excepción a los cambios gubernamentales que también cambia el escenario climático interno. Actualmente México está enfrentando la posible desaparición de 109 fideicomisos y en ellos se encuentran el Fondo de Cambio Climático, el cual se estableció en la Ley General de Cambio Climático (LGCC); el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y el Fondo Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

La desaparición del Fondo de Cambio Climático y del FONDEN en México significaría el aumento de la vulnerabilidad climática del país, dejando así desprotegidas a las comunidades a los impactos del cambio climático. De acuerdo con el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), el Fondo de Cambio Climático fue creado para incrementar los recursos disponibles para invertir en medidas que reduzcan las emisiones y que permitan el adaptarnos. El fondo permite la recepción de recursos presupuestales y la recepción de fondos internacionales procedentes, por ejemplo, del impuesto al carbono y del futuro sistema de comercio de emisiones, el cual se encuentra ya en su fase de prueba en México.  Esto significa un retroceso en la política climática nacional y es anticonstitucional su desaparición ya que se estaría incumpliendo el Artículo 4º de la Carta Magna que dicta que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar y que el Estado garantizará el respeto a este derecho.

se estaría incumpliendo el Artíclo 4º de la Carta Magna que dicta que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar y que el Estado garantizará el respeto a este derecho.

Brasil, Argentina y México son ejemplos de que las decisiones que se han ido tomando en materia climática aún no contemplan el principio de equidad intergeneracional dado a los huecos en la participación pública, en el acceso a la información, en la salud pública, en el desarrollo de capacidades, en la educación, en la formulación de mecanismos de comunicación asertiva y en la cooperación nacional e internacional. No se puede asegurar que las presentes y futuras generaciones tengan un medio ambiente sano y seguro si no se toman decisiones climáticamente inteligentes mediante una participación abierta e incluyente entre la ciudadanía y la parte gubernamental.

Latinoamérica necesita transitar a democracias participativas efectivas en donde el clima, la biodiversidad y el medio ambiente sean la base de las decisiones de la política nacional para así cumplir con el principio de la equidad intergeneracional.

Foto de portada: CNN Chile.

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