En la piel del dragón
Durante la inauguración de la Regeneración del Dragón Vaia, entrevistamos a Katia Bernardi, guionista y directora del documental «En la piel del dragón».
Por Elena Rosetti
Traducido por Álvaro Gálvez
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El lunes 1 de julio asistimos a la inauguración de la Regeneración del Dragón Vaia, obra del escultor Marco Martalar. Con 16 metros de largo y 7 de alto, ostenta el récord del mayor dragón de madera del mundo. El nuevo dragón renació de las cenizas del anterior y el mensaje que el autor quiere transmitir con esta obra es de respeto a la naturaleza. Esta obra se encuentra en la aldea de Magré, en Lavarone (TN) y sólo se puede llegar a pie en 30 minutos, partiendo de los aparcamientos del valle, siguiendo la señal Magré Tablat con el icono del dragón.
Durante la inauguración, pudimos observar al “colectivo dragón” en acción grabando escenas para el documental «En la piel del dragón». El documental está escrito y dirigido por la directora Katia Bernardi, a quien tuvimos la oportunidad de entrevistar. El rodaje de la película-documental comenzó en octubre de 2023, inmediatamente después de la quema del primer dragón, y siguió todo el proceso creativo y de producción del nuevo dragón, obra del escultor Marco Martalar. Además de narrar el proceso de producción de Marco Martalar, esta película trata también de la compleja y contradictoria relación entre el hombre, la naturaleza y el arte.
Marco Martalar nos contó que siempre estuvo acostumbrado a trabajar solo, por lo que toda esa gente rondándole con todas esas cámaras le resultaba un poco incómoda. El escultor dice entonces que se acostumbró a esas presencias tanto en el bosque como mientras quemaba leña en el cobertizo y en las demás fases de la realización. En este sentido expresó: “En algún momento también se convirtió en algo divertido formar parte del documental”. Para Martalar, el documental es muy importante, porque todo lo documentado da aún más valor a la obra.
Para completar el proceso de la película necesitamos tu apoyo «En la piel del dragón» (montaje, corrección de color, mezcla de audio y distribución) para que esta extraordinaria historia de resistencia y esperanza pueda ver la luz y ser compartida con todos vosotros, distribuida en festivales de cine y cadenas de televisión.
Únete a nosotros en esta aventura y ayúdanos a difundir el poder del renacimiento y la belleza. El Dragón de Vaia ha resurgido de sus cenizas. Ahora, con tu ayuda, podremos contar su historia. Haz un donativo ahora en: https://gofund.me/5ceb769f
A continuación, la entrevista con la directora.
¿Quién es Katia Bernardi?
Llevo 25 años trabajando en la industria cinematográfica y soy directora. Estudié cine en el DAMS de Bolonia, y primero empecé a trabajar en publicidad-televisiva, luego descubrí el género documental, y últimamente he vuelto a las series factuales de televisión. Tengo una gran pasión por el cine, por contar historias. Mi género favorito es sin duda la comedia, pero me gusta mucho experimentar con distintos géneros y siempre estoy buscando una nueva forma de contar historias, que además mezcle distintos registros visuales y narrativos.
¿Cómo surgió la idea del documental “En la piel del dragón”?
El documental “En la piel del dragón” nació hace un año, cuando, gracias al equipo de la serie factual «Falegnami Ad Alta Quota» (Carpinteros a gran altura), en la que desempeñé el papel de directora, conocimos a Marco Martalar y nos hicimos amigos. Había ganas de contar la historia de este escultor inédito, y mientras rodábamos la escultura del primer dragón de Vaia, se quemó. Así que sentí la urgencia de contar esta historia, de hablar sobre Marco y del incendio de esta escultura.
Es una historia con tintes grotescos, de cómo una escultura pudo llamar tanto la atención y al mismo tiempo causar tanta molestia que fue destruida. Me encanta contar las historias de las pequeñas comunidades, porque son únicas, como ocurrió con el documental “The Men of Light. Storie di Centrali Idroelettriche in Trentino” (Los hombres de luz. Historias de centrales hidroeléctricas en Trentino) y para la película “Funne – Le ragazze che sognavano il mare” (Funne – Las chicas que soñaban con el mar). Además, a lo largo de los años siempre he seguido una línea de documentales sobre arte, de hecho realicé el documental “Arte Sella – La città delle idee” (Arte Sella – La ciudad de las ideas), que se emitió en Sky Arte y el documental “Life on MART” (La vida en MART), que se emitió en Rai 5. Así que la escultura de este dragón, que atrajo a tantos turistas y fue destruida, unió varios de mis intereses relacionados con el mundo del arte y la singularidad de las historias de pequeñas comunidades, como la de Lavarone.
Fue precisamente este impulso de hablar sobre Marco, y de contar su proceso creativo tras la destrucción del primer dragón, y por tanto contar el gran deseo que tenía de empezar de nuevo con la construcción de un nuevo dragón, aún más grande, construido con los restos de las cenizas del antiguo dragón. Por tanto, me interesaba seguir esta línea narrativa y, mientras tanto, contar cómo reaccionó la comunidad de Lavarone ante este incendio. ¿Qué aportará el nuevo dragón recién construido y recién inaugurado a esta pequeña comunidad? ¿Qué significa este nuevo dragón? ¿Por qué este dragón atrae a tanta gente de toda Italia? Estas son las preguntas que intentamos responder en la película.
¿Qué tiene de especial este documental?
Lo singular de la película-documental “En la piel del dragón” es el montaje de producción. Mientras que en las cadenas clásicas escribes un proyecto y luego buscas un productor que lo produzca, en el caso de este proyecto, en cambio, con compañeros y amigos con los que trabajo en series de hechos, surgió espontáneamente el deseo de rodar el documental de forma independiente. Además, teníamos que empezar a rodar inmediatamente, porque Marco empezó a trabajar en el nuevo dragón el pasado mes de octubre, justo después del incendio, así que no había tiempo para buscar una producción clásica.
Primero le conté la idea del documental al director de fotografía Leandro Sabin Paz, que enseguida me mostró su disposición a participar en el proyecto. Luego se le unió un grupo de jóvenes con los que trabajamos en proyectos seriados. Este grupo se juntó espontáneamente con muchas ganas e impulso de contar esta historia, pero sin los recursos clásicos para poder hacerlo, por eso hablamos de producción independiente. Poco a poco empezamos a recoger patrocinios privados, incluso el ayuntamiento de Lavarone, en parte, nos apoya, y entonces empezamos a participar en licitaciones. De ahí surgió la necesidad de lanzar una campaña de crowdfunding precisamente porque, de forma independiente, conseguimos llegar al final del rodaje pero nos faltaban recursos para terminar la película, es decir, para la postproducción y el montaje.
Como la obra de Marco era también una obra colectiva, ya que se apoyó en una campaña de crowdfunding, pensamos en pedir ayuda a la red para sacar a la luz esta historia.
¿Dónde podemos ver el documental?
Nuestro deseo es distribuir la película en festivales del sector, y luego, también proponerla a las cadenas de televisión. La producción independiente nos ha permitido ser más libres: esta película también se ha convertido en un lugar de experimentación creativa y visual. De hecho, nuestro deseo era intentar ofrecer una narración fuera de lo común, con diferentes registros visuales y narrativos. Esto fue posible porque la película nació de un colectivo, nos llamamos el “colectivo dragón”, es decir, un grupo de personas que tomamos decisiones de forma compartida, cada uno de nosotros invertimos nuestro tiempo como profesionales para poder ir a rodar la historia.
¿Qué dificultades encontró en la realización de la película-documental y qué lecciones le enseñó?
El principal reto al que nos enfrentamos al seguir a Marco es el hecho de que nunca sabes lo que está pasando, así que tienes que estar siempre preparado y reactivo con la cámara para documentar los hechos o los desarrollos inesperados de la historia.
Empezamos a rodar en octubre, justo después de que se quemara el dragón, y ahora estamos a mitad de la película porque falta toda la parte de montaje, que es muy importante porque se trata sobre todo de una película de montaje.
Lo que nos llevamos, ahora que estamos al 50% de la película, es que hemos vivido algo fuera de lo común de forma colectiva y compartida. Es un proyecto que me recuerda los inicios de mi trabajo hace 25 años, cuando con poco dinero y mucha buena voluntad y pasión por este trabajo, nos lanzábamos a contar historias, como ocurrió por ejemplo en el documental “SLOI – la Fabbrica degli invisibili” (SLOI – la Fábrica de lo invisible), que fue uno de los primeros que rodé.