La industria de la moda, un camino hacia la sostenibilidad

Por María Emilia Burgos, Fundación TierraVida

Científicos y expertos han observado y estudiado desde mediados del siglo XX los cambios en el clima que han ido sucediéndose en la historia de la humanidad, y que no pueden atribuirse a causas naturales del pasado, sino a causas antropogénicas. Esto se debe al cambio del clima, producto del calentamiento global, el cual ha ido avanzando rápidamente a lo largo de los años, siendo su causa principal el aumento en la concentración de GEI (Gases de Efecto Invernadero), producto de alterar un fenómeno natural como lo es el efecto invernadero en la atmósfera, como consecuencia de la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII.

Una de las industrias que creció gracias a la Revolución Industrial fue la industria textil debido a la producción a grande escala que le permitió desempeñarse con eficacia y eficiencia; sin embargo también fuimos creando hábitos y costumbres que dañaron y continúan dañando al ambiente, como ocurre con nuestro consumo. Los cambios en el clima como consecuencia del modelo económico y energético que se adoptó a partir de la Revolución Industrial han sido estudiados por los científicos para medir la incidencia de cómo los GEI podrían afectar al futuro del planeta.

Estamos creando el hábito de consumir cada vez más cosas, dándole usos muy reducidos y luego desechando sin medir las consecuencias (como ocurre con los plásticos), generando un grave impacto ambiental y del cual debemos hacernos responsables.

La moda rápida, o también conocida como “fast fashion”, es aquella en la cual la producción y consumo masivo aumenta. Se basa en criterios de tendencias donde van cambiando en cada temporada con diferentes colecciones otoño-invierno, primavera-verano. Muchas veces se tiende a imitar estas tendencias de moda logrando producirlas y venderlas a un bajo costo sin tener en cuenta los daños al ambiente.

Por el contrario la moda sostenible o también llamada “slow fashion”, parte del concepto dimensional de sostenibilidad: social, económico y ambiental, buscando crear diseños y tendencias basadas en el cuidado del ambiente y la responsabilidad social. El objetivo principal del diseño, o moda sostenible, es crear productos considerando su impacto ambiental, social y económico que puede tener durante todo su ciclo de vida, comprendiendo su huella de carbono.

Esto comenzó con diferentes movimientos, organizaciones ambientales y diseñadores de moda que decidieron analizar lo que sucede durante la cadena de suministro, y así buscar alternativas prácticas al consumo masivo de prendas de vestir. Entre ellos podemos mencionar a Fashion Revolution, Doconomy, Slow Fashion Next, Gema Gomez, Lucy Siegle, Vivienne Westwood. Actualmente, además, se celebran cumbres y conferencias sobre Moda Sostenible a nivel mundial, como “Study Hall: Sustainable Fashion Conference, Sustainability as a culture”; “Global Sustainable Fashion Week”; “Fashion Summit”.

La industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, con mayor consumo de agua teniendo en cuenta la huella hídrica, generando el 20% de las aguas residuales del mundo, además de liberar medio millón de toneladas de microfibras sintéticas al océano cada año, teniendo en cuenta el aumento en el consumo de prendas de ropa de un solo uso (usar por un período corto de tiempo y luego desechar), que se ha ido generando durante los últimos 15 años. De la misma manera, la industria textil es responsable entre el 8% – 10% de las emisiones de carbono, más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.

El pasado 14 de Marzo de 2019, Naciones Unidas estableció una Alianza para la Moda Sostenible donde se buscó mostrar el daño de la “moda rápida”, las prácticas de moda que son perjudiciales para el ambiente y la sociedad. Esta Alianza está trabajando de manera colaborativa con agencias de las Naciones Unidas para buscar soluciones y hacer que la moda sea más sostenible. Así mismo se creó una plataforma de diálogo promoviendo la llamada “Moda Azul” por parte de la Organización para la Agricultura y la Alimentación, la cual utiliza materiales marinos sostenibles y tiende a la protección de tierras cultivables durante el proceso de producción de textiles. Por otro lado, el Centro de Comercio Internacional estableció un proyecto sobre “Moda Ética” con la participación de artesanos de países en desarrollo y, por último, el Programa Medio Ambiente de las Naciones Unidas está presionando a los gobiernos para que tomen acciones políticas concretas para alcanzar los objetivos, fomentando prácticas de fabricación textil sostenibles, con la incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

¿Qué va a pasar en el futuro?

Vivimos en tiempos de cambios sin precedentes, sin embargo la realidad que hoy estamos viviendo es muy diferente, significativa y profunda, ya que cada vez vemos que son más fuertes los desastres naturales, que el cambio climático no conoce fronteras, y que los países más pobres son los más vulnerables. La aceleración del cambio climático es realmente algo que ninguno de nosotros puede predecir del todo. Nuestras prácticas de consumo de moda son parte de eso, hemos transformado la manera en que nos relacionamos con la naturaleza, hemos estado sirviéndonos de ella y de sus recursos naturales como si fuesen eternos e infinitos, debemos comprender que nuestra naturaleza (tierra) es nuestro único hogar, “no hay un planeta B” para vivir.

Como millenials estamos comenzando a decir que tenemos que ver la evidencia íntegra entre lo que estamos comprando y lo que estamos usando. Debemos “reducir”, pensar antes de comprar si realmente lo necesitamos eligiendo preferentemente por ropa sostenible, “reutilizar”, ¡no tires tu ropa! y por último “reciclar” que es una gran oportunidad de crear, ser original y ¡cuidar el planeta!

Más info en: https://www.fashionrevolution.org/https://www.slowfashionnex.com/

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