Talanoa: de las palabras a las acciones

Por: Elisa Calliari y Paulo Lima. Traducción: Luz Falivene.

La Conferencia sobre Cambio Climático 2017 (también conocida como COP23) se inauguró hoy en Bonn, una pequeña ciudad en el noroeste de Alemania, famosa por ser la capital de la Guerra Fría de Alemania y el lugar de nacimiento de Beethoven. Por primera vez en la historia, la Conferencia está liderada por un pequeño estado insular en desarrollo: Fiji. La isla es en realidad tan pequeña que ni siquiera tenía el espacio físico para albergar a los 20,000 delegados que cada año asisten al evento, y por lo tanto tuvieron que pedir hospitalidad a otro país.

Fiji es también uno de los lugares más vulnerables de la tierra. El año pasado, la isla fue golpeada por Winston, un devastador ciclón que arrasó con un tercio del PIB de los países y se cobró la vida de 44 personas. No es sorprendente que la construcción de resiliencia de las sociedades más vulnerables se haya posicionado como una de las principales prioridades de esta ronda de negociaciones. En su discurso de apertura, el presidente Bainimarama enfatizó cómo “millones de personas están sufriendo” del cambio climático y “nuestro trabajo es responder a su sufrimiento”. Cómo hacerlo, ya se había presentado en mayo pasado cuando Fiji compartía su visión para la COP23. La visión incluye apoyar los esfuerzos para adaptarse a eventos extremos (ciclones) y de desarrollo lento (por ejemplo, aumento del nivel del mar); aumento del financiamiento para adaptación; brindar acceso seguros contra riesgos y desastres climáticos; garantizar el acceso al agua potable y promover la agricultura sostenible. Esto debe combinarse con ambiciosos esfuerzos de mitigación, con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5°C con respecto a los niveles preindustriales.

Se espera que la COP 23 logre avances sustanciales en el llamado “libro de reglas” del Acuerdo de París, es decir, el conjunto de directrices de implementación que harán que el acuerdo entre en funcionamiento. Se espera que estas pautas especifiquen la forma en que los esfuerzos nacionales en términos de mitigación, adaptación y apoyo brindados serán informados y revisados. Esto es particularmente importante para rastrear el progreso de una manera transparente e identificar las áreas donde la ambición se debe mejorar.

En la jerga de la CMNUCC, los planes climáticos de los Estados se denominan Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y especifican los objetivos que los países pretenden alcanzar para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Sin embargo, las NDC comenzarán a funcionar solo después de 2020 (año en el que el Acuerdo comenzará a funcionar). Para llegar a esa fecha con las acciones más ambiciosas sobre la mesa, se convocará un Diálogo Facilitador el próximo año para comprender cómo hacer frente a la ambición de las promesas nacionales. Se espera que la COP23 ponga en marcha este proceso, recién bautizado como “Diálogo Talanoa”. Talanoa es un concepto de Fiji que enfatiza la importancia de compartir historias, construir énfasis y tomar decisiones acertadas para el bien común. De hecho, las decisiones sabias son muy necesarias.

En la sesión plenaria de apertura, el Presidente Bainimarama dio la palabra a los representantes de las fuentes de información científica sobre el cambio climático más autorizadas: Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y Hoesung Lee, presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio climático (IPCC). Ambos subrayaron cómo la concentración de CO2 en la atmósfera ha alcanzado el nivel más alto jamás registrado en los últimos 3 millones de años y cómo el aumento del nivel del mar, las temperaturas extremas y los eventos extremos son ahora una realidad común. “El 2017 será probablemente el tercer año más cálido jamás registrado, lo que apunta a una clara tendencia de calentamiento del planeta. Y esto sin tener en cuenta la contribución del fenómeno de El Niño que ha estado presentándosedurante los últimos dos años”, dijo Taalas. Según los datos publicados recientemente por la OMM, nuestro mundo ya es 1.1°C más cálido comparado con los niveles preindustriales.

En este contexto, todavía hay alguien que piensa que los combustibles fósiles pueden tener un futuro. La agenda de fósiles de Trump en la COP 23 se presentará en el evento paralelo “El papel de combustibles fósiles más limpios y más eficientes y la energía nuclear en la mitigación del cambio climático”, y contará con la participación de oradores de Peabody Energy (una compañía de carbón), NuScale Power (una empresa de ingeniería nuclear) y Tellurian (un exportador de gas natural licuado).

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