Si se cansan, que sea sólo de jugar

Por: María Luz Heredia

La Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) declaró el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil en el año 2002.

El trabajo infantil es una de las problemáticas que más afecta a niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, atentando con su pleno desarrollo integral. Se considera trabajo infantil a cualquier trabajo o actividad que les priva de su infancia.

Desde el inicio de su vida tienen derecho a la educación, al juego, a la práctica de deportes, al tiempo libre, entre otras. Sin embargo, un niño o niña que trabaja no cuenta con las mismas posibilidades de hacer valer sus derechos. Muchos no van a la escuela, ni tienen tiempo para jugar, no reciben alimentación ni cuidados apropiados. En síntesis, se les niega la posibilidad de vivir su infancia, y obligadamente deben convertirse en cabezas de familia y hacerse cargo de sostener la economía del hogar.

Se estima que en la actualidad, cerca de 215 millones de niños y niñas de entre 5 y 14 años en países en desarrollo, trabajan en el mundo, unos 120 millones a tiempo completo. Más de la mitad está expuesto a las peores formas de trabajo infantil en ambientes peligrosos y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, entre otras.

Un niño o niña que trabaja pierde más de lo que gana, y no es sólo un simple juego de palabras. Hoy en día es imperante decir NO al trabajo infantil porque:

  • está prohibido por ley,
  • vulnera sus derechos fundamentales,
  • les impide su desarrollo pleno en la etapa infantil y pre-adolescente
  • priva de acceder a una educación que les permita mejorar su calidad de vida, fomentando la pobreza en comunidades vulnerables,
  • genera dificultades en la adaptación e integración a la economía formal,
  • se pueden ver expuestos a malas condiciones que atentan contra su salud mental o corporal.

El día Mundial contra el Trabajo Infantil tiene una fecha de conmemoración, pero el objetivo real es comprometerse y trabajar todos los días para generar conciencia e impulsar los cambios necesarios para que ningún niño, niña o adolescente se vea privado de la posibilidad de disfrutar de sus derechos.

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