La fe en el clima

Por: Amanda Costa, de Sharm el Sheikh

Traducción: Wendy Toro

Habla la belleza climática 🙂 

Si me sigues en las redes sociales, ya te habrás dado cuenta de que soy cristiana. Creo en el evangelio de Jesucristo y cultivo una espiritualidad activa: hablo con Dios en varias ocasiones, leo la Biblia a diario y ayuno una vez a la semana, alimentando un profundo deseo de conectar con mi creador.

Sin embargo, cuando me reconocí como activista, mi fe entró en crisis:

¿Puedo ser cristiana y activista?

La iglesia aboga por programas conservadores y el activismo aporta una perspectiva mucho más progresista. En ese momento, a mediados de 2018, viví un periodo complejo y desafiante, donde me sentí completamente perdida y sin perspectiva para encajar estas dos caras de lo que soy.

Hago mías las palabras de Régis:

“Me daba miedo hablar de que soy evangélica, porque sabía que automáticamente la gente me etiquetaría”. (Régis Silva)

No quería tener que elegir entre permanecer en mi comunidad religiosa o seguir un camino político/activista. Quería hacer ambas cosas, porque sentía que mi fe se apoyaba en mi activismo y mi activismo apoyaba mi fe. En otras palabras, “no soy menos cristiana por ser activista ni menos activista por ser cristiana”, ¡soy una complejidad multifacética!

Después de mucha conversación con Dios, decidí llevar mi posicionamiento político-cristiano a través de un artículo en mi columna en Um Só Planeta, con el título DIOS ES ACTIVISTA. Fue un revuelo tremendo, pero encontré muchos amigos, compañeros de trabajo y seguidores (mis bellezas climáticas <3) que se vieron en esa misma situación y encontraron en mi relato un lugar de acogida y seguridad.

Con el paso del tiempo, conciliar esas posiciones se hizo más fácil. Hoy formo parte de Faith in Climate, una iniciativa interconfesional cuya misión es involucrar a los líderes para que conciencien a sus comunidades religiosas en la lucha contra la crisis climática. 

El grupo fue formado en 2015 por el ISER – Instituto de Estudios de la Religión y hoy reúne a varios científicos, religiosos, ambientalistas y representantes de los pueblos originarios con el objetivo de promover temas como la adaptación, la resiliencia y la justicia climática.

El 12 de noviembre de 2022 tuvimos un encuentro con los jóvenes de la red Faith in Climate que participan en la COP27, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, ¡¡¡y fue potenteeee!!!

Vitória Pinheiro, Ellen Monielle, Amanda Costa, Regilon Silva y Sharah Luciano.

Hablamos de las percepciones sobre la COP, de cómo nuestra espiritualidad está atravesada por la crisis climática y de cuáles son las posibles vías de articulación de la red.

Vitoria hizo un punto importante:

Dentro de la burbuja climática, siempre hablamos de justicia climática, pero pocas veces hablamos de las injusticias que se producen dentro de este proceso.

Según Vita, una mujer trans afroindígena de la periferia de Manaos, “el debate sobre la Amazonia invisibiliza los demás biomas, como la pampa gaucha, la selva atlántica, la caatinga y el pantanal”. En la misma medida, el debate sobre las poblaciones indígenas invisibiliza a los quilombolas, caucheros y mariscadores.

Ahora, mi querido lector, te molesto:

¿Cómo podemos encontrar un lugar común de lucha ante tantas urgencias y emergencias?

Cuando pienso en el medio ambiente, mi espiritualidad y la crisis climática, veo un punto en común: la necesidad de descolonizar nuestra visión.

El mundo sólo se encuentra en tal caos debido a un modelo de desarrollo defectuoso, es decir, el modelo capitalista patriarcal de la supremacía blanca, que se basa en el beneficio, la explotación y la disputa. En este modelo, hay una voluntad de dominación, donde la narrativa del hombre blanco cisgénero heterosexual del norte global reina supremamente.

Fue esta misma visión la que dibujó un Jesús del continente africano pero de piel blanca; pretende imponer una religión cristiana occidental a la población indígena, sin respetar sus formas de vida ni sus prácticas ancestrales; utilizó la narrativa de que los negros traídos de África no tenían alma para justificar la colonización.

La espiritualidad da sentido a la vida, organiza el espacio que ocupamos e influye en nuestra visión del mundo. Para profundizar en la realidad, es fundamental cuestionar los patrones establecidos, como el patriarcado, la negación de la ascendencia y la imposición de un modo de vida europeo.

Para mí, la fe significa esperanza. La iniciativa Faith in Climate me muestra que el escenario es una locura, pero cuando trabajamos colectivamente, respetando las diferencias de creencias y credos, podemos encontrar soluciones descolonizadas y antirracistas que sean realmente eficaces en la lucha contra la crisis climática. 

Estimado lector, ¿tienes fe en el clima? 🙏🏾

“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que esperamos, y la evidencia de las cosas que no vemos”. (Hebreos 11:1 – Santa Biblia)

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